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Francisca Molero es la presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología, entidad que participa en las II Jornadas Nacionales de Sexología "Acercando la sexología a profesionales de la salud". El encuentro, con más de una treintena de ponentes y moderadores/as de los ámbitos profesionales de la Psicología, la Sexología o la Medicina, está organizado por la Delegación de Sevilla del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental los días 11 y 12 de mayo.

 

Molero es también directora del Instituto Iberoamericano de Sexología y codirectora Institut de Sexología de Barcelona.

 

Entrevista por: Aurora Suárez. Área Comunicación del COP Andalucía Occidental.

 

¿POR QUÉ ACERCAR LA SEXOLOGÍA A PROFESIONALES DE LA SALUD?

 

En principio, cualquier profesional sanitario tiene que conocer los elementos básicos de educación sexual. Desde 1975 la OMS contempla el término "salud sexual", por tanto no podemos hablar de salud sin incorporar la sexual y los derechos sexuales. Es un tema obligado y básico en la formación de los profesionales sanitarios. La mayoría de veces, un tema tan básico no está contemplado en los currículums de las profesiones sanitarias y la mayoría de esta formación se tiene que hacer siempre postgrado, con lo cual hay una carencia evidente de estos temas a nivel formativo y esa carencia implica inseguridad y una falta de favorecer que los pacientes consulten y el profesional, al no sentirse seguro, prefiere obviar el tema o evitarlo para no encontrarse en un compromiso y no saber qué responder.

 

Por otro lado, es fundamental entender la sexología como ciencia. Una cosa es la sexualidad y la salud sexual, que es un elemento clave y fundamental de bienestar y calidad de vida positiva, y eso es incuestionable. Pero además, está la sexología, es decir, la evidencia científica. La sexualidad interesa a todo el mundo porque todo el mundo tiene la sensación de que algo tiene que aprender. Evidentemente, una cosa es la sexualidad y la vivencia de la sexualidad, en la que intervienen muchos de factores, por eso hablamos de enfoque biopsicosocial, es un elemento clave. Pero también se necesita una base de conocimiento y de estudio para poder atender las demandas, los problemas y las disfunciones sexuales. Y reconocer que eso tiene una base científica y que hay una serie de modelos con evidencia científica que apoyan la manera y el abordaje terapéutico. De hecho, los Colegios profesionales y las sociedades científicas, como en este caso la Federación Española de Sociedades de Sexología, tienen claro que uno de los elementos clave, aparte del educativo y el clínico, es la investigación. La investigación es un tema clave para entender cómo influyen tanto los factores sociales, psicológicos, como los médicos y orgánicos, en la vivencia de la sexualidad y en la aparición de disfunciones.

 

¿CUÁLES SON LAS DEMANDAS MÁS FRECUENTES QUE ACTUALMENTE ESTÁN LLEGANDO A CONSULTA, SOBRE QUÉ TEMÁTICAS?

 

Las cosas están cambiado mucho y realmente, los sexólogos clínicos somos unos privilegiados porque nuestras consultas son como un observatorio donde aparecen los cambios individuales que después te van a explicar un poco la tendencia hacia dónde va la sociedad entendiendo que la sexualidad es una parte estructural y troncal de desarrollo humano. Por lo tanto, uno de los síntomas que aparecen en consulta son entendibles dentro de un contexto sociocultural. Por eso, las demandas de disfunciones sexuales han ido cambiando a lo largo del tiempo.

 

Por ejemplo, en el caso de las mujeres, uno de los problemas que te encuentras con más frecuencia son los problemas relacionados con el trastorno del interés y de la excitación sexual, el bajo deseo. En el caso de las mujeres, esto es frecuente, aunque depende también de las franjas de edad, seguido de los trastornos del dolor y fundamentalmente del vaginismo.

 

A veces sorprende que en una sociedad tan sexualizada donde aparentemente hay tanta información, realmente uno de los problemas importante por su frecuencia en consulta sea el vaginismo, que es la imposibilidad de mantener relaciones coitales. Y esto, en personas que teóricamente no tienen una represión sexual que les haya generado este tema. En cambio, el vaginismo primario sí que tiene que ver con un entorno determinado generacional donde la autoexigencia, el autocontrol y la hipertrofia cognitiva tienen elementos muy importantes. Y el vaginismo tiene un aspecto añadido.

 

Como todo el mundo habla de sexo, estas mujeres que no pueden tener relaciones coitales se sienten como "alienígenas" pensando que cómo es posible que personas como ellas tengan este problema y les suponga una ansiedad añadida.

 

Aparte de otros temas como la anorgasmia situacional, que es muy frecuente, por ejemplo la anorgasmia coital. Sigue habiendo creencias erróneas muy instauradas como el de mujeres que van a consulta porque se sienten anorgásmicas porque no llega al orgasmo con el coito aunque tenga orgasmos con otras formas de estimularse. Eso indica que realmente a pesar de la información, no se producen los cambios suficientes para entender estas cosas.

 

En el caso del hombre, lo más frecuente sigue siendo la eyaculación rápida aunque también es llamativo que cada vez hay más problemas de hombres jóvenes con problemas de bajo de deseo. Es esto último algo contradictorio que también echa por tierra todos esos mitos y creencias erróneas de que el hombre siempre "está dispuesto". Imaginad esa angustia de esa persona que piensa que tiene que estar en todo momento dispuesto y que no tiene ganas. Tiene repercusiones en la autoestima pero también en la pareja, quien sigue con la idea vigente de que la otra parte siempre debe estar dispuesta y si no lo está es que algo grave está pasando. Hay que entender que existe el desajuste de frecuencia y que cada vez los roles de género y los roles sexuales nos vamos acercando un poco más, afortunadamente. Lo que no es tan afortunado es que todas esas cosas que tenemos alrededor como factores de estrés, preocupaciones, de competitividad... son elementos que nos están influyendo de forma negativa en nuestro deseo y vida sexual.

 

EN ESTA LÍNEA QUE COMENTÁBAMOS DE CREENCIAS Y ENTORNO, EN EL CASO DEL HOMBRE ¿EL CONSUMO DE PORNOGRAFÍA SIGUE TENIENDO SU IMPORTANCIA?

 

Claro, mucha. Pensad que cuando los profesionales decimos que no hay educación sexual, lo explicamos mal porque claro que hay educación sexual: una educación sexual basada en modelos pornográficos. No hay la educación sexual que nos gustaría, que es la basada en el respeto, el conocimiento y en el disfrute.

 

Cualquier modelo tiene su influencia en la persona y el pornográfico la ha tenido y la tiene. Está relacionado con las falsas expectativas, con una práctica sexual que muchas veces no se quiere que corresponda a la pareja y frecuentemente también está relacionado con el bajo deseo.

 

¿QUÉ MOMENTO ATRAVIESA ACTUALMENTE LA SEXOLOGÍA EN ESPAÑA?

 

La sexología en el Estado español está pasando por un buen momento. Está en un momento de auge porque la sociedad empieza a entender lo que significa el profesional de la sexología, el profesional sexólogo, que está adquiriendo una visibilidad terapéutica que antes no tenía.

 

En esto tienen mucho que ver los profesionales que estamos en esto y las asociaciones y federaciones científicas porque somos rigurosos con nuestras metodologías de trabajo y evaluaciones y también con las reflexiones de entender lo que está pasando. Me parece que es un momento importante y que nos queda mucho por hacer. Tenemos que seguir potenciando la investigación desde el punto de visto biopsicosocial porque es lo que nos da la evidencia y nos hace sentirnos seguros. Ejemplos de esto es este encuentro de mayo en Sevilla, que es genial, otro próximamente en Valladolid y en Valencia y no podemos olvidar que en noviembre tenemos el evento español de sexología y de profesionales iberoamericanos en Barcelona.

 

Cada vez están cogiendo más prestigio estos foros con el reconocimiento de otras sociedades científicas que hacen que la sexología adquiera el lugar que le corresponde. Es un momento de auge, de crecimiento y de reconocimiento.

 

Tenemos que conseguir que igual que la salud sexológica forma parte de la salud y que la salud mental forma parte de la salud, seguir reivindicando servicios donde haya profesionales que puedan llegar a toda la población. Me refiero a que actualmente en las comunidades autónomas el papel del psicólogo clínico no está contemplado en la red sanitaria pública como tendría que estar ni el papel de la sexología clínica tampoco. Uno de los elementos clave que estamos trabajando desde la Federación y de otras sociedades es incluir y trabajar en la sensibilización y en la influencia hacia los políticos que tienen que tomar decisiones sobre la importancia de incluir la sexología clínica y la psicología clínica en la red sanitaria pública.