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Las compañeras del Grupo de Trabajo de Psicología y Psicosomática de la Delegación de Sevilla del COP Andalucía Occidental, Esther Rodríguez y Estrella Mesa, han dirigido una sesión informativa en la sede colegial para acercar esta temática a los colegiados y colegiadas y animar a la participación en el Grupo para escuchar propuestas y nuevas ideas.


La responsable del Grupo de Trabajo, Esther Rodríguez, señala que “el cuerpo se queja cuando las emociones no se expresan”, ya que “mente y cuerpo se encuentran indisolublemente ligados”. Ha añadido que “del mismo modo que las enfermedades físicas influyen en nuestro estado de ánimo y nos provocan temor, miedo o preocupación, muchos problemas psicológicos provocan síntomas físicos”.


Casi un 12% de la población europea sufre enfermedades psicosomáticas. El Grupo de Trabajo defiende el abordaje multidisciplinario donde los elementos “orgánicos” son tratados por médicos generalistas o especialistas, según corresponda, y los psíquicos por los psicólogos/as a través de la psicoterapia centrada en el enfoque Bio-Psico-Social (Engel, 1977) o tal como amplía la Sociedad Andaluza de Medicina Psicosomática (SAMP), a través del Paradigma Bio-Psico-Socio-Eco-Espiritual, incluyendo al enfoque propuesto por Engel, lo ecológico (el confort de la persona) y espiritual (su propia libertad de decisión).


La responsable del Grupo de Trabajo explica que en esta materia, el principal objetivo terapéutico del Psicólogo/a es que el paciente pueda entender cómo la mente afecta al cuerpo, para después trabajar en el tratamiento de la patología a través de la reducción de los estados de ansiedad y depresión que pudieran estar asociados al malestar físico, ayudar al paciente a gestionar sus emociones y afrontar los síntomas físicos que padezca.

 

Esther Rodríguez añade que “a través de este abordaje psicosomático es posible mejorar la calidad de vida de las personas que padecen enfermedades psicosomáticas entendiendo de dónde provienen las molestias físicas que sufren y cambiando aquello que las provocan: estrés, autoexigencias elevadas, estilos de vida, etc”.